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Tertulia sobre el Bicentenario de la Independencia en el Real Casino de Madrid

Tertulia sobre el Bicentenario de la Independencia en el Real Casino de Madrid

Contó con la ponencia del José de la Puente Brunke, Decano de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica de Perú

15 marzo 2022

La Fundación Consejo España-Perú colaboró en la conferencia "En el Bicentenario de la Independencia de Perú. Enseñanzas, retos y posibilidades". El acto se enmarcó dentro de las “Tertulias-debates Juan Sebastián Elcano: Países, viajes, cultura y vivencias” dirigidas por el periodista José Luis Yzaguirre en el Foro "Diplomacia y Sociedad Civil" del Real Casino de Madrid.

La conferencia contó con la ponencia de José de la Puente Brunke, Decano de Letras y Ciencias Humanas de la Pontificia Universidad Católica de Perú. Intervinieron también Servando de la Torre, Embajador de España y Académico de la Academia de la Diplomacia, Santiago Velo de Antelo, Presidente Ejecutivo de la Academia de la Diplomacia del Reino de España, Eduardo de Laiglesia, Embajador de España y Académico de la Academia de la Diplomacia, José Sánchez Arcilla, Director del Departamento de Historia del Derecho de la U.C.M. y Emilio de Diego, de la Real Academia de Doctores de España.

Además del análisis de la historia del Perú, la tertulia abordó la relación secular con España y los beneficios mutuos de nuestra historia común y alianzas. De los 200 años de la vida republicana de Perú se pueden sacar numerosas enseñanzas y retos. José de la Puente Brunke lo definía con precisión, utilizando una premisa del recientemente fallecido historiador John H. Elliot., hay que comprender el pasado, no contar el pasado. Así la historia se convierte no solo en un hecho, sino también en una lección y oportunidad. Algo especialmente importante puesto que el fenómeno de las independencias de países americanos sigue produciendo sus efectos.

El profesor de la Puente Brunke recordó que el Perú que conocemos hoy nace como nación durante la llegada de los europeos y africanos. Los sacerdotes españoles preservaron señas de identidad nacional fundamentales, como la conservación de las lenguas aborígenes.

Hasta el reinado de Felipe II no se inicia una reflexión consciente sobre la conquista y sus efectos en el Perú. La literatura jurídica de la época refleja ese cuestionamiento sobre el trato a los indígenas: “El bien mismo deja de ser bien mientras se oponga a la opción de la mayoría”. Sin embargo, se da la paradoja de que la época virreinal fue traumática en algunos aspectos y a la vez creadora de nuevas formas de desarrollo social, cultural o educativo. Una muestra de ello es que el Perú que se independiza es muy mestizo, con 16 castas diferentes.

El profesor de la Puente Brunke mencionó que uno de los detonantes de la Independencia fue la ausencia del Rey. El deseo de desprenderse de la dominación española fue gestándose paulatinamente y la población criolla fue determinante en su consolidación. La guerra de independencia enfrentó incluso a los propios peruanos, puesto que la población estaba dividida entre los partidarios de la independencia y los que no. Esta división es fruto de esa nueva masa social, que estaba formada por la suma de la población local y los pobladores españoles y africanos. 

El movimiento independentista fue un fenómeno del que los españoles peninsulares no se percataron, una muestra más que evidente de la dificultad de gobernar a distancia y mediante escritos. De hecho, los desencuentros entre españoles americanos y españoles peninsulares fueron uno de los principales detonantes. También fue un movimiento ajeno dentro de la población originaria del país, puesto que el Peru Inca no participó mayoritariamente en él. 

Según se relató en la tertulia, en el siglo XIX la clase dirigente peruana no estuvo a la altura de las circunstancias, produciéndose una anarquía política que provocó inquietudes ideológicas y sociales. Hasta 1852 el país no contó con el primer código peruano. Hasta entonces seguían rigiéndose por leyes españolas.

Con la vista puesta en el futuro, como conclusión, el profesor de la Puente Brunke  afirmó que se puede ser optimista. Pese a las vicisitudes y el desarrollo de la historia, ha habido muchos avances en el Perú en estos 200 años. Entre ellos, un factor fundamental: la integración. Perú es un país mucho más integrado y un gran ejemplo de ello es la ciudad de Lima.

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