El programa Work 4 Progress de Fundación la Caixa crea empleo en Quispicanchi

Para dar respuesta a la crisis provocada por la pandemia de Covid-19 en Perú, Fundación “la Caixa” reorienta sus proyectos de cooperación internacional. A través del programa Work 4 Progress, iniciado en 2017, la entidad ha puesto en marcha en la región de Quispicanchi un programa centrado en la innovación y la creación de empleo de calidad entre mujeres jóvenes y vulnerables.

El programa Work 4 Progress se centra en apoyar a los pequeños negocios de la zona para ofrecer productos y servicios de primera necesidad, está centrado sobre todo en la adaptación de varios negocios del sector de la producción y para posibilitar su supervivencia ante la crisis derivada de la pandemia.

De esta manera, en la región peruana busca la diversificación tanto de clientes como de canales de venta online, ventas anticipadas o canastas de entrega a domicilio, la integración de los protocolos sanitarios en intercambios comerciales, actividades de formación y asistencia técnica con distanciamiento físico para la prevención del contagio, la formación y acompañamiento virtual, la detección de nuevas necesidades del mercado a partir de la escucha comunitaria y la colaboración con los gobiernos locales para dar respuesta a los nuevos desafíos que son consecuencia de la COVID-19, y el fortalecimiento de capacidades y competencias financieras, y alfabetización mediática para reducir la brecha digital, de alfabetización y de acceso a la tecnología.

Prototipos de negocios centrados en la innovación social

En el marco del programa Work 4 Progress en Perú se han puesto en marcha un prototipo de venta por con entrega a domicilio de productos como cuyes, quesos y setas. A través de CCAIJO ESS, una empresa social solidaria vinculada al programa Work 4 Progress, se ha incentivado un sistema de venta con entrega a domicilio mediante pedidos por teléfono, redes sociales y WhatsApp. Esto ha permitido ampliar la red de comercialización en el caso de la venta de cuyes, ya que hasta ahora sus principales clientes eran restaurantes de la región de Quispicanchi, que han tenido que cerrar debido a la emergencia.

Por su parte, también se han emprendido acciones de reconversión de algunas actividades para promover productos de primera necesidad. Un prototipo de cultivo y venta de flores ha reconvertido parte del espacio de los invernaderos para cultivar hortalizas y dar así respuesta a la necesidad del sector agroalimentario.